domingo, 29 de marzo de 2009

Acertar con el Titular

Hace poco hemos publicado un informe sobre cómo captar clientes en Internet. Tenía varias opciones de título así que podía hacer dos cosas. Poner el que me aconsejaba la intuición, o mejor, aprovechar AdWords de Google para que me diese una respuesta más profesional.

Las tres opciones de título eran:

A) "Más Clicks, Menos Coste. Los 4 Ases de Adwords"
B) "¿Sabías que AdWords es Sólo la Mitad de la Película"
C) "Cómo Vender en Internet. Del Click (visita) al Cash (cliente)"

Monté una pequeña campaña de AdWords que estuvo funcionando unas horas y éste es el resultado:


En términos de conversiones (no de visitas, ya que lo que interesa realmente son la conversiones), el ganador fue: "Cómo Vender en Internet. Del Click (visita) al Cash (cliente)"

Ventajas de testar con AdWords

Después del experimento anterior, las conclusiones son que:

  1. Es mejor dejar que el mercado te diga lo que quiere, en lugar de confiar en opiniones de los demás o peor, en la tuya propia
  2. Con poco dinero y poco tiempo se pueden descubrir cosas con mucha repercusión en dinero y en tiempo.
  3. Hacer tests es rentable, pero también tremendamente divertido (puedes montar hasta porras en la oficina)

No adivines, descubre

La principal virtud de AdWords es que te permite ir al encuentro de quien te busca en Google. pero como hemos visto en el aso anterior, sirve para muchas cosas más. A mí me sirvió para decidir el título del informe, pero de la misma manera puede servirte para decidir:

  • El título de tu propio libro
  • El nombre del seminario del mes que viene
  • La marca de tu próxima aventura empresarial
  • El titular del anuncio de prensa
  • El slogan de tu partido político
  • ...¡lo que quieras!

Por cierto, si quieres descargarte el informe anterior, lo tienes aquí.

jueves, 26 de marzo de 2009

7 Errores de Marketing Directo



“La insensatez es hacer lo mismo una y otra vez,
y esperar resultados distintos”. -Anónimo.


Todos cometemos errores de vez en cuando, pero la gracia está en no cometer el mismo error dos veces. Por ello, tras revisar, crear y evaluar miles de mailings de todo el mundo, me gustaría compartir contigo algunos de los errores que se repiten una y otra vez:

1º Error: Sólo vender beneficios. Siempre nos han dicho que los beneficios es lo más importantes que hay que comunicar. Ellos quieren saber: “¿qué hay para mi? ¿Por qué debería comprar tu producto? ¿Cómo me beneficia? ¿Qué gano yo?”

En otras palabras, no te limites a decirme que el coche tiene sistema antibloqueo porque esto es una característica. Dime que es más seguro y fácil de conducir, incluso con mal tiempo. Porque esto es un beneficio. Pero los beneficios por sí mismos no son suficientes. Y hay indicios que apuntan a que a la gente le motiva más evitar el sufrimiento que la promesa de obtener placeres.

Un estudio de una empresa energética lo prueba. El estudio fue realizado entre personas que estaban siendo auditadas. El auditor preguntaba a los propietarios de las casas las siguientes cuestiones: “¿Sabía que puede ahorrar 75 céntimos extras al día poniendo en práctica estos consejos?”

“¿Sabía que le está costando 75 céntimos extras al día el no poner en práctica estos consejos?”.

¿Cuál crees que fue más efectiva? Si estás pensando en la segunda estás en lo cierto. Por lo tanto, ¿cómo aplicar esto en marketing? Puedes incrementar tus respuestas diciendo a tu cliente lo que pierde por no utilizar tu producto o servicio.

Por ejemplo, hicimos dos mailings para una empresa de software que se centraba en la certificación ISO 9000. El primer mailing hablaba acerca de cómo el software te ayudaba a pasar la certificación y explicaba todos los beneficios. Era un mailing complejo y caro.

El segundo era un simple envío en sobre americano. El titular decía: “ISO 9000. ¿Tu empresa no pasaría la certificación?” Ésta fue la versión ganadora.

2º Error: No mostrar a tu target.

Hice un seminario para una compañía de viajes especializada en el segmento de 45 a 65 años (uno de los segmentos del mercado con mayor crecimiento). En la portada del catálogo aparecía una adorable niña de 4 años. ¿Qué hay de malo en esta imagen? El humorista Robert Benchley una vez escribió: “Hay dos formas de viajar... en primera clase y con niños”. Lo último que el adulto medio quiere hacer en sus vacaciones es tener que tratar con niños. En su lugar recomendé que pusiesen una atractiva pareja, en su rango de edad, que comunicase de forma inmediata que el catálogo y las vacaciones eran para gente de 45 a 65 años.
Una de las primeras preguntas que un cliente se hace al ver tu producto es “¿Para quién es esto?” Colocando una fotografía correcta justo al principio tú puedes responder a la pregunta y establecer una relación con tu cliente.

Pero como siempre, más vale que hagas un test antes de cambiar nada. En la agencia tenemos casos donde un folleto con modelos 10 años más jóvenes que el target funcionan mejor que con modelos de la misma edad. ¿Será por que soñamos con mantenernos eternamente jóvenes?

3º Error: No enseñar tu producto en acción.

La publicidad dirigida a empresas casi siempre obtiene menos índices de lectura que la dirigida al consumidor.

¿La razón? La mayoría de las empresas no enseñan el producto en acción. Muchos anuncios de empresa tienen ilustraciones, o cajas, o “conceptos” o cualquier cosa excepto el producto. Aunque me imagino que es difícil cuando vendes productos tecnológicos o productos financieros, siempre vale la pena intentarlo. Y si al final no puedes enseñar la utilización del producto, siempre puedes mostrar a gente feliz beneficiándose de su uso.

4º Error: No dar un motivo para responder inmediatamente.

Hace unos años tenía un jefe que siempre me hacía dos preguntas cuando quería comprar algo, como un nuevo ordenador. La primera era bastante fácil. Me preguntaba “¿Por qué lo necesitamos?” De hecho, muchos comerciales son entrenados para explicar los argumentos de venta en el tiempo que tarda un ascensor en subir ("the elevator pitch"). Es decir, se trata de poder proporcionar en un corto espacio de tiempo una explicación convincente y completa. Casi siempre podía responder esta primer pregunta. Pero la siguiente me solía descolocar: “De acuerdo, ¿por qué lo necesitamos ahora?”

Hoy en día no basta con darle a la gente una razón por la que debe comprarte tu producto o servicio. Además debes darles una razón poderosa para que reaccione ahora.

El presidente de una compañía de alta tecnología escribió recientemente “Las empresas ahora son mucho más selectivas. Incluso después de que nuestros vendedores hayan convencido al jefe de sistemas con las múltiples ventajas del producto, la decisión del jefe financiero se prolonga indefinidamente”.
Este principio también puede ser aplicado a tu oferta. No la dejes abierta, pon una fecha de caducidad. “Se requiere respuesta en 30 días” puede ser un medio excelente de incrementar la respuesta. Y si le explicas de forma convincente porqué son 30 días y no 35, mejor que mejor.

5º Error: Utilizar lenguaje publicitario.

Una amiga mía era la editora de la revista Travel & Leisure magazine. Cada mes tenía que leerse docenas y docenas de posibles artículos. Siempre que se encontraba con cierta frase, dejaba de leer inmediatamente y rechazaba el artículo. La frase era: “Un país lleno de contrastes...”
Se utilizaba constantemente y llegaba a aparecer en al menos 5 artículos al mes. En publicidad y en marketing directo, debes resistirte a utilizar clichés, frases inteligentes o titulares que no aportan nada útil. La gente, o bien desconecta, o simplemente no los lee.
Por ejemplo, un reciente anuncio para AMD aparecido en BusinessWeek. (Por cierto, yo tampoco había oído hablar antes de AMD). El titular, a lo largo de un anuncio a doble página de 100.000 dólares, decía: “AMD lo hace posible”. Esto es lenguaje publicitario del que no dice nada. Sin embargo, en el body-copy del anuncio mencionaban que ayudaron a una gran compañía automovilística a recortar los plazos de diseño de un nuevo coche eléctrico de un año a 10 semanas. Un titular del tipo “Cómo AMD redujo el proceso de diseño de 12 meses a 10 semanas” es más específico, y mucho mejor.

6º Error: No poner un guía.

La Universidad de Maryland no quería que los estudiantes pisotearan indiscriminadamente la hierba del nuevo paseo central. Por ello planearon poner los senderos de cemento y luego plantar el césped. Sin embargo, en lugar de disponer arbitrariamente los senderos de cemento, decidieron plantar sólo la hierba y esperar un par de meses.
En este tiempo los universitarios crearon de forma natural varios caminos sobre la hierba al caminar entre clase y clase. Sólo en ese momento la Universidad añadió el cemento, sólo por donde los alumnos ya habían pasado. En muchos mailings no hay un camino natural a seguir, ninguna indicación para el lector. No suele haber ni una sola pista de qué es lo importante o porqué se debería responder.

7º Error: Asumir que el lector leerá hasta la última palabra

Porque no lo hará.
No puedes imaginarte la cantidad de mailings que he recibido que dejan lo mejor para el final. Desgraciadamente, los únicos que llegan hasta aquí son el redactor y el cliente.

Por este motivo es fundamental que:

1. Coloques los beneficios en los titulares y otras partes de máxima visibilidad.

2. Pongas notas a pie de imagen vendedoras y contundentes. Después de los titulares son las partes que más se leen de un mailing.

3. Resaltes las noticias, no las entierres.

4. Te asegures de que la oferta sobresale, incluso cuando sólo echas un vistazo.

5. Les dices a tus clientes lo que quieres que hagan exactamente.

Texto extraído de la Newsletter de Alan Rosenspas. Si te ha interesado, puedes ver números anteriores:

- La Newsletter de Alan Rosenspan EN ESPAÑOL
- La Newsletter de Alan Rosenspan IN ENGLISH

martes, 17 de marzo de 2009

No Me Vuelvas a Tirar

(haz click en la imagen para ampliarla)

Imagínate que eres un cliente potencial para la agencia de marketing directo C’Direct.

Un buen día recibes un sobre con un folleto soso, con promesas típicas, vamos, lo de siempre. ¿Qué haces? Lo rompes, haces una bola y lo tiras.

A los pocos días recibes lo que parece ser el mismo folleto, recuperado de la papelera, reconstruido a base de planchado y celo, con un post-it que pide una segunda oportunidad.

Resultados: el 16% aceptaron la visita del comercial

Si quieres ver más campañas reales de marketing directo: campañas que funcionaron

viernes, 6 de marzo de 2009

¡Es la Oferta, Estúpido!

“¡Es la Oferta, estúpido!” Bob Hacker

“La oferta es tan importante para tener éxito en marketing directo
que encontrar la oferta adecuada es crítico”
Alan Rosenspan

“A tu cliente o prospecto no le importas un comino,
ni tú, ni tu empresa ni tu producto.
Sólo le importa: “¿qué hay para mí en todo esto?”
Bob Hacker

“No hay reglas para la oferta…
excepto que tienes que tener una”
Ray Jutkins

¿Tan importante es la oferta?

Sin oferta no hay nada. Sin oferta la decisión se aplaza (para siempre). Sin oferta tu cliente no tiene un motivo serio para pasar de la inactividad a la acción.

Te guste o no te guste estás en marketing directo. Envías algo y quieres que te respondan. Inviertes en publicidad y quieres recuperar más de lo invertido. Esto es marketing directo.

Cuando te comunicas con tus clientes quieres que piensen bien de ti, pero sólo con eso no vas a ninguna parte. Necesitas además que compren. Esto sólo se consigue con una buena oferta.


Pero ¿qué es una buena oferta?

Aquí es importante una aclaración. Cuando hablamos de oferta nos referimos a toda tu propuesta, no sólo a la parte promocional. Oferta no es sólo el “2x1” o las “Rebajas hasta -60%”

La oferta incluye todo lo que le das a tu cliente a cambio de su tiempo y su dinero. Es decir, si le propones llevarle la compra a casa gratis estás mejorando la oferta en dos frentes: le ahorras tiempo y dinero.

Dicho de otro modo la oferta es la respuesta a la pregunta de “¿Qué gano yo con todo esto?” Si no se lo pones fácil, cómodo y rápido estás empeorando la oferta, por muy atractiva que sea en el lado monetario.


7 consejos en la elaboración de ofertas

1.- Sé creativo: la creatividad no es sólo cosa de textos e imágenes. También afecta a la oferta. En los tiempos que corren hasta los bares de barrio están estrujándose el cerebro para no perder clientela (cada semana alguno sale en la televisión con su nueva ocurrencia).

2.- Piensa en valor, no en coste: ofrecer mensajes SMS gratis todo un día puede tener más valor percibido para un adolescente que un cheque de compra para unos grandes almacenes del mismo importe.

3.- Piensa en el día después: si tu oferta es buena pero tiene poco que ver con tu producto o servicio conseguirás mucha respuesta hoy pero poca repetición en el futuro. Los cazagangas, mejor que se vayan con la competencia. Es el punto débil de muchos regalos y sorteos poco reflexionados.

4.- Vence barreras: el ser humano, ante la duda, no hace nada. Por lo tanto, una muestra/demo puede ser tu mejor aliado. Antes creía mucho en aquello de que “nunca regales lo que vendes”. Ahora no lo tengo tan claro. En según que casos demostrar que tienes un gran producto, aunque sea gratis, puede abrirte muchas puertas.

5.- Lucha contra la pereza: somos un prodigio a la hora de ahorrar energía. Si la respuesta puede dejarse para mañana, ten por seguro que así será. Y lo que se deja para mañana, en marketing directo se deja para siempre. Transmite la sensación de escasez, de efímero, de exclusivo y tendrás mejores respuestas.

6.- Elimina miedos: incluye siempre una garantía (sí, también forma parte de la oferta). De esta manera blindas al cliente para que tenga confianza total de que respondiendo no asume ningún riesgo. Al mismo tiempo, transmites seriedad y responsabilidad.

7.- Siempre haz un test: Una buena oferta en la mesa de diseño puede resultar no serlo en la calle. Podemos equivocarnos al montar una propuesta demasiado vaga, o con una fecha límite tan cercana que no da tiempo a responder, o hacerla tan buena que nadie se la cree. Pero no podemos equivocarnos si hacemos un test antes de invertir todo el presupuesto. Ya sabes: probar 2 ó más alternativas, a bajo nivel y bajo riesgo, y luego hacer masiva la opción ganadora.

A partir de aquí, ya tienes más de una pista de para que la gente haga lo que tú quieres que haga, como Marlon Brando en la película el Padrino:

"Les haré una oferta que no podrán rechazar"

Y ciertamente no la rechazaron.

Para terminar, vamos a ser coherentes con lo dicho. Aquí va mi oferta ”irresistible”:
- Descárgate este informe en PDF: “Del Click al Cash: Cómo Tener Éxito en Internet y Rentabilizar hasta el Último Euro”

- En sólo 9 paginas recoge la esencia de lo que hemos aprendido ayudando a negocios en Internet en estos últimos 4 años

- Te puede dar más de una idea valiosa, o evitar errores

- Es gratuito

- No te llevará más de 5 segundos

¿Te parece una buena oferta? Nos lo dirá tu click en:

Cómo Tener Éxito en Internet y Rentabilizar hasta el último €uro