
Cuando vas por la calle y se acerca alguien a venderte algo, ¿verdad que huyes como de la peste? Nadie quiere hacer encuestas, ni dar donaciones, ni firmar por la enésima causa.
Alegamos que "tenemos muchísima prisa" y dejamos a la pobre chica con la palabra en la boca.
¿Cómo conseguir detener a tu cliente y que escuche lo que tienes que decirle?
Con creatividad de marketing directo: la creatividad que no sólo llama la atención sino que además está perfectamente enfocada hacia la respuesta. Mira este brillante ejemplo.
www.youtube.com/watch?v=_E9l2hzz7dQ
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